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Desiderata (cosas deseadas).




El tiempo nos forma a su antojo, 

el tiempo es Dios escondido... 

GC. 

 


 

El tiempo es un perro ciego corriendo a una luna roja, el tiempo es un tigre oscuro viviendo en la sangre de un faquir dormido, el tiempo es el ojo del huracán, celeste como el cielo al que desgarra, rodeado de nubes negras, el tiempo es el otro especular a ti mismo escondido en el espejo donde tú te peinas, es la arena donde transcurren los desiertos, la luz de una supernova donde se fusiona el oro, el gotear de las canillas en una casa vieja, el tiempo es el mar que se rompe en las rocas de la costa, 

el tiempo es la pupila abierta de los muertos donde se contemplan los vivos, el tiempo es el titilar de las luciérnagas en un atardecer de estío, 

el tiempo eres tú sosteniendo la tinta que anima al poema, es el universo consciente girando desde su centro incierto, es el pulsar de los átomos de calcio, es el pendular de las arañas en su tela, es lo vital, es el fluir, es el cambiar, la nota musical corrompiendo el cristal efímero del silencio, el tiempo soy yo inconcluso sostenido únicamente por la ilusión del estar, del ser ahora animal, del ayer culpable, del mañana humano que proyecta, el tiempo es mi sangre mestiza en tu interior tibio de hembra, son los pasos que me llevan, los pasos que me traen, los pasos que me pierden, son los pasos que hacen el camino y el paisaje, son los latidos de este corazón que no puede parar en su latir, que no quiere parar de desear, porque el tiempo es todo, porque el tiempo es tiempo, porque el tiempo no existe, porque el tiempo es Dios riéndose de si mismo, de todos, de todo, de nada. 

 

Golem ahora. 



1 comentario:

Ortunyo Benjumea McNulty dijo...

El tiempo es una simiente que creció hasta convertirse en poema, y al florecer éste, nos regalo segundos, minutos de gloria....como así nos has regalado tú, amigo Gus con tan precioso escrito.
Gracias por compartirlo.
Un abrazo


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