XXX

UNO Y DOS.

1 y 2.


1

La peor espada es el silencio

donde la muerte habla.

¿Será por eso

que deseo y temo tu boca?

Cuando estamos solos

los dos

y toco tu mano

y toda tú me miras desde tus grandes ojos quietos:



temo que no hables

y quedar todo yo atrapado

en el silencio de tu interrogante.


2


Duermes,

pequeña,

florcapullo que respiras

en la tranquilidad de mi costado.

Yo veo mares en el techo

con sus barcos,

un inmenso lago donde nadas

ingrávida sobre el agua,

música que la noche canta

más allá de la ventana.

Esta ternura ahora

es sólo mía,

tú duermes…

perdona mi egoísmo,

mis viajes por tu sueño.




15/10/2008




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INMORTAL

Inmortal.

Éste es mi espacio,
por donde te miro siempre.

Ésta es mi alma.
Éste es mi cuerpo,
basurero de palabras
malditas por tus labios.

He cruzado la montaña.
He mirado las serpientes milenarias,
tragarse el universo que soñabas.
Porque éste es mi espacio,
una puerta cerrada a cal y canto,
la última piedra que guardo.

He tocado en el abismo
melodías de gitanos,
poseídas,
mágicas,
en el calor de la mañana enrojecida.

He rozado en la espesura,
la imagen
de mi dios gastado,
oculto en el laberinto de tu rostro.

He bebido con el vino la cicuta
de tu amor que ya no canta
y bajo la piel de millones de años necesarios,
he sido hombre
anhelante en el festín de los abrazos.

Yo soy la llama
que sabe esperar con la paciencia de la roca.
Porque detrás de mí,
no hay nada.
Porque después de mí,
no hay nada.



04/08/2007



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