XXX

CIUDAD SAQUEADA,

Algunas veces, pero no siempre, miro esos poemas viejos, los que el tiempo me llevo a olvidar, los que por casualidad o destino vuelven cantando peregrinos y oscuros una música que ya no entiendo, me paso con este poema, así me paso con estos versos hoy, por eso aquí lo dejo.

CIUDAD SAQUEADA.


Ruge el nuevo día
con bestialidad metálica
de preñada iniquidad,
apenas puede el sol
darte un color pálido
en las paredes dolientes de pobreza.

¿Culpables? :

Los viejos,
Los locos,
Los hambrientos,
Los que tienen sed de verde y de pan.

¿Culpables? :
¡Prostituta esclava!

Pequeño circulo
donde famélicos compradores
hartan sus cuerpos corrompidos,
sus almas descompuestas,
sus mentes de miseria,
sus ansias de morir fagocitando.

¿Culpables? :

Todos los que sienten esperanza de luz nueva,
los que quieren sintiéndose libres,
los que llegan a Dios de la única manera
que no es el temor,
los que enseñan a pensar
que cada día
es un día menos en la vida,
los que no venden lo mejor de si:

Vos y yo.

Irresponsables soñadores
con ilusiones de cometas trasnochados.

¿Que te queda obscena vestal?
¡Pobre enferma!
Si no es culpar a los distintos.

¡Que tengas un buen día ciudad violada!


Lunes 12 de marzo de 1998.




Copyright ©Gustavo Cavicchia.-Todos los derechos reservados.



UNO Y DOS.

1 y 2.


1

La peor espada es el silencio

donde la muerte habla.

¿Será por eso

que deseo y temo tu boca?

Cuando estamos solos

los dos

y toco tu mano

y toda tú me miras desde tus grandes ojos quietos:



temo que no hables

y quedar todo yo atrapado

en el silencio de tu interrogante.


2


Duermes,

pequeña,

florcapullo que respiras

en la tranquilidad de mi costado.

Yo veo mares en el techo

con sus barcos,

un inmenso lago donde nadas

ingrávida sobre el agua,

música que la noche canta

más allá de la ventana.

Esta ternura ahora

es sólo mía,

tú duermes…

perdona mi egoísmo,

mis viajes por tu sueño.




15/10/2008




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-Todos los derechos reservados.





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