Muchas veces he escuchado decir (
realmente creo que lo he leído en realidad ) que ver una página en
blanco causa una especie de angustia en quien trata de escribir el
comienzo de alguna obra literaria, tal vez, esto es una idea
personal, por que todo comienzo tiene un porvenir impredecible, por
que imaginando otra razón lo que sea que escribamos puede terminar
en el fuego como único lector y esa imagen paraliza a un más
todavía.
Pero escribir es algo más: quiero
hacer referencia al porque escribir y en esto quiero citar a Borges
aunque no textualmente cuando decía que; aunque Él viviera en una
isla sin gente como robinson crusoe escribiría igual, con la misma
intensidad y con la misma motivación y también con la misma critica
como lector y corrector de su propia obra. En definitiva lo que
Borges decía es que se escribe como una necesidad vital al modo de
Macedonio Fernandez y que publicar es un acto secundario, inclusive
algo sin importancia para el escritor.
Anoche antes de dormirme pensé en que
ya no escribo, en definitiva pensaba que no aprovecho el día como
podría, por ejemplo caminar por la calle, ver que hace la gente,
hablar con algún vecino, organizar el almuerzo, ordenar esta
habitación desde donde escribo. Así en distintos ordenes, desde los
muy simples a los más complejos como un mejor trabajo, un viaje
soñado, cambiar el auto. No importa el orden, creo, importan las
ganas que se sientes por las cosas del mundo.
Es verdad que vivir no es fácil,
tampoco es extremadamente difícil para la mayoría de nosotros, a
decir verdad vivir es en realidad inevitable. No puedes no vivir,
como no puedes no comer o dejar de respirar indefinidamente, pero
existe un buen vivir, un buen comer y un sano respirar que además se
relaciona con el placer de satisfacer las necesidades vitales que
tiene todo ser vivo, pues es hermoso correr, amar, jugar y dormir
porque no; otras necesidades son más particulares y muchas veces se
las suele llamar dones, el escribir es uno de ellos, el dibujar, el
cantar, el poder bailar, otras no tan corporales como el oído
musical o el calculo matemático por ejemplo y otras que a simple
vista parecieran insignificantes como la curiosidad por los animales
pequeños o el saber cocinar un plato de comida en particular para
alguien especial.
Pienso ahora que algunas personas,
posiblemente muy pocas poseen la habilidad personal más importante
de todas que es la de poder escucharse a si mismos y actuar en consecuencia de esa voz interior, sutil pero persistente que todos
llevamos con nosotros.
Posiblemente anoche escuche esa voz
interior, la misma que casi nunca escucho; por falta de tiempo, o por
cualquier otra buena escusa con la cual uno quiere callarla siempre,
pero por algo hoy escribí estas palabras.
Muchas gracias por leer esto.
7.11.2016
2 comentarios:
Grato y refrescante articulo querido hermano. Me prohibieron la lectura por un tiempo razonable a raíz de una operación de retina y esto me ha convertido en un lector que valora un poco más lo que logra ver. No te canses de escribir y leer mientras tus ojos sean luz que describan imágenes preciosas. Sigue observando y comunicándonos el mundo que te rodea aunque no mires nuestros aplausos en tintas visuales. Siempre que podemos te leemos sin hacer ruidos.
Muchas gracias. Son muy amables tus palabras.
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